21 de Diciembre, 2022

Proyecto Marianistas en Red: “Seamos uno, para que el mundo crea”

Empezando el año 2021 y luego de la experiencia pandémica que nos había tocado atravesar como Comunidad, como sociedad y a nivel mundial, comenzamos a soñar la posibilidad de construir juntos un espacio que nos permitiera vivir y vivirnos como Familia Marianista, un espacio que nos regalara acercarnos y disfrutarnos más allá de las distancias, un espacio donde poder aprender y construir juntos, unos de otros, un espacio donde las palabras de Jesús se hicieran presencia viva entre nosotros: “Seamos uno, para que el mundo crea”.

De a poco, y con mucha paciencia, Juan Manuel Cotignola, Tutor y Coordinador de la Pastoral juvenil del Colegio nos fue explicando lo que imaginaba, lo que anhelaba, y, como la samaritana del Evangelio, insistía convencido que era por ahí, que ese podía ser uno de los tantos caminos posibles para hacer vida y realidad lo que enunciamos siempre, nuestro ser Familia, profundizando en nuestra Identidad Marianista.

Así fue como empezamos a soñar en equipo este proyecto, entre docentes y familias, que la pandemia solo vino a poner en pausa. Nuestro horizonte fue entonces, tras ese tiempo pandémico, volver posible lo que luego de las circunstancias vividas, había dejado huellas. Y miedos. E inquietudes. Más que nunca se hacía necesario el encuentro, los abrazos, la cercanía.

Así fue como surgió Marianistas en Red: en la certeza de que no podemos trabajar solos, de que es necesario evitar la endogamia, de que necesitamos salir de la comodidad de quedarnos solamente en los límites de cada uno de nuestros colegios y de que es trabajando en Red y alianza que podemos ensanchar nuestros horizontes y desplegar juntos proyectos. Nuestros objetivos apuntaron a que los que fueran parte del mismo (docentes, estudiantes y familias) pudieran:

-Generar mayor conocimiento, identidad y espíritu marianista entre ellos/as y que esto pudiera luego ser irradiado a sus comunidades respectivas. Hacer vivo el “Ser uno, para que el mundo crea”

-Tener una experiencia de aprendizaje fuera del ambiente de la rutina colegial, permitiéndoles conocer y vivenciar otras realidades, instituciones y costumbres.

-Desarrollar proyectos interdisciplinarios entre las diferentes instituciones marianistas.

-Profundizar en el Pacto Educativo Global

Convencidos que, frente al aislamiento, la segregación y la distancia que ha propiciado la pandemia, era fundamental generar lazos fraternos que promovieran la unidad, el encuentro y la cercanía, es que decidimos hacer equipo, habilitar espacios que nos encontraran en nuestra identidad marianista, que posibilitaran la escucha de las generaciones jóvenes, poniendo, “contra la cultura del descarte, a la persona en el centro de todo proceso educativo, para hacer emerger su especificidad y su capacidad de estar en relación con los demás”

Y, como suele pasar cuando los sueños se hacen realidad, el proyecto no hizo otra cosa más que superar lo soñado, sobrepasar las expectativas, abrir el juego, enriquecernos a cada paso e ilusionarnos con más…

Cada uno, cada una, cada equipo, puso lo mejor y más de sí mismo y de sí misma para que lo proyectado fuera real. Y de repente, éramos un gran equipo trabajando juntos, sin distinción de colegios, localidades o países.

De repente, y con la naturalidad que nos regala ser hermanos en Cristo, nos encontramos “siendo uno, para que el mundo crea”.

¡Gracias a todos y a todas!

Equipo Marianistas en Red de Argentina

Aprovechamos este espacio para reencontrarnos en las palabras de muchos de los que construyeron este sueño:

“Luego de haber resucitado, cuando el Señor le dijo a Pedro que echara las redes a la derecha de la barca, nos dice el pasaje evangélico que a pesar de ser grande la cantidad y diversidad de peces, la red no se rompió. Y es justamente esta herramienta la que hizo y hace posible unir a todos sin que ninguno se pierda.

Hace unos días, a invitación de nuestra familia marianista en Argentina, tuvimos la grata oportunidad de encontrarnos como lo que somos: la familia marianista. En ese sentido, delegaciones de Chile, Perú y por supuesto Argentina, tuvimos la oportunidad de reencontrarnos luego de un silencio obligado por la pandemia.

Además de discutir problemáticas sociales, propias y comunes en las distintas realidades, tuvimos la enorme oportunidad de darnos cuenta que a pesar de decir po’, che o pe’, todos compartimos la alegría de vivir el carisma marianista. En lo personal, podría decir que me quedé impresionado por lo monumental de las construcciones de la ciudad de Buenos Aires o también por lo exquisito de su comida, pero lo realmente superlativo es el calor humano de su gente, quienes son muy acogedores y afectuosos en su trato a los demás, haciéndote sentir local a pesar de ser visitante. Para ellos, es como si todos los días fueran navidad, percibido esto no solamente entre los profesores de Argentina, quienes recién se conocían, pero ya se trataban como amigos de toda la vida, sino también en el señor que atendía el kiosco en la calle o la persona encargada del subterráneo. Me sentí engauchado con su trato.

En Perú, cuando algo nos da gusto decimos que fue un Gustavo. Dios permita que ese Gustavo no quede allí, sino que se puedan ir sumando más nombres que hagan de este encuentro extraordinario algo Cotidiano donde todos nuestros Ángeles se sientan en casa, para que ninguno se pierda, sigamos echando la red, sigamos siendo Marianistas en Red”

José Antonio Macchiavelo, Perú

Ser comunidad

“Una comunidad es una promesa, un milagro que se gesta en el encuentro, una fe que se consagra en la entrega. Una comunidad es un mosaico de latidos, un refugio para los sueños, una forma de resistir al tiempo. Una comunidad es la tierra fértil en la que florecen nuestros dones.

Es ese abrazo que sostiene en la tormenta, esa melodía que destiñe al silencio. Su lógica es contagiar esfuerzos, su vocación es desafiar desdenes. Transitar nostalgias y enhebrar anhelos, descifrar miradas y traducir empeños.

Una comunidad es una bitácora de viaje, una provincia del ánimo en la que hallamos puerto. Es el mapa desde donde miramos la vida, la raíz que nos da sustento. Es un peldaño hacia la utopía, es memoria y gesto, un sendero que nos conduce hacia el otro y desde él, a nosotros mismos.

Somos gente de paso, de eso no hay duda. Será cuestión de entender, entonces, que cuando el camino se comparte, el horizonte queda más cerca, todavía”.

Flavio Sturla, Argentina, Caballito

“La experiencia de intercambio que se dio fue hermosa. Porque nuestros alumnos parecían que concurrían a la misma escuela, porque con su capacidad de adaptación hicieron trabajos formidables en muy poco tiempo, porque hicieron equipos con integrantes de todos los establecimientos que participaron y puedo seguir con un montón de "porqués" más.

Agradezco a los organizadores por soñar y hacer posible todo esto, agradezco a los docentes de todas las instituciones por las charlas y experiencias compartidas.

Espero volver a verlos”.

Lucio Cannarozzo, Argentina, Junín

 “Treinta y cuatro jóvenes marianistas, provenientes de catorce escuelas, de tres países de la región, cumplieron un sueño que se venía gestando hace mucho y dieron vida a un encuentro de profundo y sentido intercambio y aprendizaje compartido (y también de turismo, fogón, mística, “mástica”, oración, música, deporte, familia, amistad y risa, entre otras).

Cada una de las muchas “estaciones” del encuentro -sueño, planificación, preparación, hospedaje, puesta en marcha, evaluación- se vivió con fuerte espíritu y misión marianista, con mucho compromiso, dedicación y entrega. Hubo espacio para aprender, para reflexionar, revisar, crear y compartir; para establecer fuertes vínculos y para soñar juntos con intervenciones profundas que cambien el mundo en el que vivimos.

El encuentro, en sí mismo, fue evidencia profunda del Ser Marianista que se siente, experimenta y “contagia” más allá de las fronteras: el protagonismo de los jóvenes; nuestra confianza en ellos -en sus ideas, formas y posibilidades de hacer-; el disfrute real por la tarea colaborativa, la confianza en las posibilidades de los otros, la intención de aunar esfuerzos y flexibilizar ideas; la sencillez, humildad y agradecimiento frente a las oportunidades que María nos regala; sus miradas atentas, sensibles y comprometidas con los más vulnerables; su deseo por intervenir el mundo y transformarlo… Treinta y cuatro adolescentes que fueron evidencia de “la educación esperanzadora que, desde el presente, mira al futuro”.

Gracias -a cada uno de ellos- por ser ejemplo de sencillez, creatividad, apertura, agradecimiento y compromiso”.

Florencia Toscano, Argentina, Caballito

“Primeramente agradecerles por cada detalle hermoso para con nosotros desde el momento de la llegada al colegio de Caballito hasta la despedida. Sin dudas, han generado imborrables recuerdos de vivencias compartidas que permanecerán en nuestros corazones. Esta red marianista realmente es una comunidad unida por objetivos comunes y sueños por un mundo mejor que trasciende fronteras y se abre camino a un futuro con esperanza.

Este encuentro superó mis expectativas y también doy fe de las de mi grupo de alumnos ya que todos aprendimos mucho de los demás y de nosotros mismos. Me llevo una alegría enorme de vivenciar la integración con los colegios participantes, el entusiasmo puesto en cada una de las actividades y el trabajo colaborativo realizado. Ojalá podamos seguir adelante con este proyecto de aprendizaje experiencial que pone como protagonistas a estos jóvenes para que logren el cambio real que necesitamos.

¡Abrazo súper gigante!”

Clara Silvera, Argentina, 9 de Julio

“Hemos compartido días de encuentro, de camaradería, de descubrir experiencias individuales y grupales con diferentes realidades; incorporando y asimilando paisajes, realidades e idiosincrasias, sorprendiéndonos de cuánto en común tenemos principalmente el Don y el Ser Marianistas, hasta emocionarnos en ver nuestra cruz en remeras y buzos de otras delegaciones. También nos dejó pensando la cantidad de problemas afines en cuanto a lo ambiental y todo lo que podemos accionar para ser transformadores de esas situaciones, en definitiva, en cómo podemos mejorar "nuestra casa común".

En lo personal me emociona que nuestros jóvenes estén comprometidos y preocupados por tópicos del "Pacto Global", cómo son el ecológico/ambiental, el tecnológico y económico, y como han participado de propuestas superadoras para ser generadores de cambios.

La experiencia compartida nos hace diferente, hemos ampliado la mirada y nos da la fortaleza de continuar en nuevos desafíos que nos permitan una concreción de experiencias para vivir en armonía en nuestro planeta. ¡Gracias María por acompañarnos e iluminarnos en el andar!”

Guadalupe Oliva, Argentina, Caballito

“Ha sido una experiencia tanto para docentes como para alumnos muy disfrutable, en donde los alumnos han logrado salir de su zona de confort para abrirse a conocer y compartir experiencias con gente que incluso no comparte sus mismas costumbres, aceptando el desafío de habitar un hogar totalmente nuevo para ellos. Todos estos momentos vividos en estos 3 días, han hecho de todos nosotros una mejor persona, más conscientes de otras realidades y abiertos a ver nuestra realidad de otra manera”

Ignacio Cuadrado, Argentina, 9 de Julio

“Que hermosa experiencia, agradezco enormemente a quien se le cruzó por la cabeza hacer esto y con nosotros.

Al principio la emoción es mucha, pero es rara, porque meter en casa a alguien que no conoces, que viene de otro lado y que no sabes cómo pega la onda, es difícil, pero a su vez, la alegría de sumarse al proyecto confiando un 100% en el cole, te lleva muy alto...

Esperamos con muchas ansias el día del Meet, con el mix de expectativas que mencioné antes... ni bien aparecieron ustedes y del otro lado Coni, nos enamoramos, jajajaja!. La charla fue larga y linda... nos conocimos y contuvimos, parece que la idea que venga, desde este lado amerita contención solamente para la familia que entrega, pero no, desde este lado también recibimos nuestra contención, la responsabilidad es mucha pero hermosamente aceptada.

Armamos grupo de whatsapp y empezamos; desde ese día fuimos conociéndonos. Muy lindo, a otro ritmo, pero sin dejar de estar todo el tiempo atentos de ambos lados.

Llegó el día, Coni estaba ahí… el abrazo entre Azul, Pao y Coni fue el puntapié de lo vendría... Pasamos una semana genial, nos quedó mucho sabor a poco, no nos dieron las horas, el cansancio fue muchísimo, dormimos nada, con tal de decirles que el Jueves a las 2 de la madrugada estábamos bailando rock y cumbia en el comedor de casa.

Paseamos, nos reímos, nos sumamos a su proyecto que tanto preparó, Azul la ayudó con el video.. nos acompañamos... le seguimos el rastro en su caminata a Lujan y confirmamos que llegó al cole por la hora que enganchó wifi como hora de última conexión (funciona muchas veces con mis hijos como prueba de vida, jajajaja!)

Como corresponde, fue emocionante la despedida con la promesa de volver a vernos y disfrutar a la distancia de lo construido en estos días.

Muchas gracias por confiar en nuestra familia para este proyecto”

Javier Castro y Familia, IV año, Argentina, Caballito

“Los sueños sí se convierten en hermosas realidades, cuando se pone el corazón al centro, en la persona de nuestros estudiantes, jóvenes marianistas, que fue lo vivido en el Proyecto “Marianistas en Red” (MER), vivido del 26 al 28 de septiembre, en el Colegio Marianista de Caballito, Buenos Aires, Argentina.

Y como el centro estaba puesto en la persona de cada uno de los estudiantes: jóvenes de Argentina, Perú y Chile, donde cada uno y una levantaron propuestas de cómo, desde su ser adolescente y marianista, pueden mejorar su entorno, haciendo vida la llamada del Papa Francisco: el cuidado de la casa común, experiencias que compartieron y donde también conocieron otras realidades de colegios marianistas. Sin lugar a dudas, las vivencias y aprendizajes marcarán un hito en las vidas de cada uno de los jóvenes participantes del intercambio.

Si pudiese resumir en una palabra la experiencia del acompañar a los jóvenes de Chile: Fernanda, Constanza, Matilda, Martina, Pablo y Alonso y todos los participantes del Encuentro, sería Esperanza, Esperanza en nuestros estudiantes marianistas en querer hacer un mundo mejor, dejando su sello marianista: poniéndose al servicio del otro, de quién los necesite.

Y al finalizar y no menos importante, solo agradecer la posibilidad de ser parte de lo vivido, desde el acompañamiento a los jóvenes de Chile, agradecer la acogida, el cariño de cada uno de los que hicieron posible este Intercambio, los que lo soñaron: Ángeles, Juan Manuel, Flor y muchos otros que se fueron sumando para hacer realidad el encuentro. En cada detalle se vivió el ser familia marianista, donde cada uno aportó desde su rol para culminar en la maravillosa experiencia del Proyecto Marianistas en Red: Seamos uno para que el mundo crea”.

Jenny Herrera Vilches, Colegio Santa María de la Cordillera, Puente Alto- Chile

“Personalmente, considero que el evento MER (Marianistas En Red) fue un espacio de suma importancia. Donde se nos dió la oportunidad de conocer otras realidades y sus problemáticas. Posteriormente, pudimos manifestar e intercambiar nuestras alternativas de solución y nuestras opiniones. Todo lo compartido nos hizo reflexionar y llegamos a la conclusión que unidos podemos hacer un cambio en nuestros entornos sin importar la edad, por lo tanto, todavía hay esperanza para hacer un mundo mejor.

Además de esto, me sentí muy contento de haber podido compartir con los chicos de los distintos colegios marianistas de Chile, Argentina y Perú. Tuvimos el espacio para conocernos, compartir nuestras culturas y nuestra vida diaria. Considero que entre todos nos integramos muy bien y eso me permitió crear nuevos lazos de amistad. En mi caso, a pesar que han transcurrido algunas semanas todavía mantengo contacto con ellos, los chicos y chicas que conocí son excelentes personas. De verdad me gustaría que este evento se repita e incluso se expanda para poder unir más a esta comunidad”

Joaquin Lucar, estudiante de Lima, Perú

“Es imposible transcribir en palabras la maravillosa experiencia que vivimos en el encuentro con nuestros hermanos de las casas Marianistas de América Latina. Realmente sentimos el espíritu de trabajo en grupo, el abrazo fraterno entre las escuelas donde compartimos problemáticas ambientales a fines con las distintas realidades de cada país y de cada escuela.

Una vivencia única en la cual el espíritu vivo y presente de María nos unió como una verdadera familia que comparte, debate y es pro activa en búsqueda de soluciones bajo el fin de un beneficio común. Eternamente agradecidos a nuestros anfitriones de Caballito que nos han demostrado con amor fraterno la bendición de ser parte de esta gran familia.

Saludos cordiales y a espera de volver a abrazarlos, “

Karina Reinoso, Argentina, Colegio de Fátima

“Recibimos con sorpresa y diversidad de respuestas familiares, la consulta de Pali respecto de sí podíamos alojar a alguien de Chile por un intercambio. Pero luego de la comunicación por videollamada con Fernanda y sus padres, se convirtió en un plan familiar deseado, planificado y hasta con “sabor a poco” por el poco tiempo en que estuvo realmente en casa.

Lo cierto es que el tiempo resultó poco dado que Pali, los otros chicos y chicas que recibieron, e inclusive las amigas de Pali que no recibían, la incluyeron en sus planes a partir de las 18:30 hrs. todos los días.

Para nuestra familia fue una experiencia increíble, superó por mucho las expectativas que nos habíamos imaginado, y nos dio la oportunidad de vivenciar algo que nos sirvió para descubrir una capacidad familiar hasta ahora desconocida, que fue la de abrir las puertas de nuestra casa, nuestros afectos y nuestro tiempo a alguien que conocíamos poco y nada, y que resultó ser una persona genial, cariñosa y con la que hicimos un vínculo que “ojalá no se corte”.

Verónica y Diego,

Padres de Paloma Macías, IV año, Argentina, Caballito

“Querida Comunidad:

Ser parte de la experiencia de intercambio en la escuela de Caballito, junto con nuestros compañeros de 9 de Julio, Fátima, Chile y Perú, fue maravilloso. No sólo por las vivencias compartidas, sino por las increíbles personas que pude conocer y que son parte de esta gran Familia. Una propuesta integral, con un tema de actualidad que nos "toca de cerca", cada detalle tenido en cuenta, alumnos/ as y docentes trabajando con mucha alegría y con ganas de continuar, mejorar y reencontrarnos para seguir afianzando este camino unidos.

Gracias, por permitirme ser parte”

Macarena Giménez, Argentina, Junín

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar” (Antonio Machado) La experiencia para las obras marianistas peruanos ha sido muy valiosa y enriquecedora. Todos los protagonistas hicimos realidad este maravilloso proyecto, que se origina en las mentes de personas que buscan la mejora continua, la integridad y el compartir de nuestras culturas.

Cito a Machado, porque si bien es cierto necesitamos ajustar algunos puntos, dar los primeros pasos es lo más valioso. La labor ya fue iniciada, que es lo más difícil, y nuestros agradecimientos sinceros a los colegas del colegio Marianista (Caballito). A partir de la experiencia podremos seguir los pasos trazados y generar nuevos, todos orientados a conseguir que nuestra familia marianista sea más sólida y unificada”.

Greta Hermoza, Perú

“María, Madre Nuestra, reunidos en Buenos Aires y con nuestras diferentes realidades que nos enriquecen, te pedimos que acompañes y bendigas nuestro proyecto, para: Que seamos constructores de la realidad.

Que con nuestra mirada crítica podamos ayudar a modificar aquellas injusticias que necesitan de tu sostén y cariño. Que donde falte la alegría podamos sacar una sonrisa.

Que donde la humanidad destruye, podamos llevar conciencia. Que allí donde falta el respeto por lo creado, llevemos amor y perdón. Que llevemos creatividad a aquellos lugares donde las ideas son escasas.

Que donde reina el conflicto construyamos la paz. Que, con la ayuda del Espíritu Santo, descubramos nuestros talentos y despertemos los talentos adormecidos de aquellos que nos acompañan. Que como vos haces, tengamos la mirada puesta en tu hijo Jesús, para llevar luz a los lugares más oscuros y grises. Que seamos sensibles.

Que crezcamos en conocimiento. Que con nuestros valores marianistas podamos contagiar. Que podamos escuchar, a nuestros hermanos y hermanas, a nuestra tierra. Que seamos agradecidos por tantos gestos de ternura que recibimos a diario. Que con tu ayuda seamos ciudadanos comprometidos. Que tus pasos nos lleven a Jesús”.

Amén