27 de Junio, 2023
Fue preparado con mucho esmero y profundidad por varios equipos de educadores, quienes se encargaron de asegurar la logística, los contenidos, lo celebrativo y lo social-lúdico. Con nuestras tradicionales “píldoras de reflexión” y tres conversatorios previos que nos sirvieron para entrar en contacto y calentar los corazones.
El propósito del Encuentro fue encontrarnos, reconocernos y compartir la vida. Una vida con sus luces, sombras, avances y dificultades. Un encuentro para pensar, rezar, reír, disfrutar, acompañarnos unos a otros. Buscando consolidar vínculos, sentirnos familia en torno a una misión. Con la decisión de afrontar el presente y el futuro, con mirada lúcida y esperanzada, procurando discernir juntos. Para trazar rutas, comenzar o continuar procesos, detectar necesidades y fijar prioridades.
Cada jornada se vertebró en torno a un eje, conformado por una pregunta y un verbo.
- El martes 13 la pregunta fue “¿Cómo estamos?” y los verbos, SENTIR Y CUIDAR
- El miércoles 14 nos preguntamos “¿Dónde estamos?” y para ello nos dispusimos a VER Y ESCUCHAR
- El jueves 15 la pregunta fue “¿Para qué estamos?” y por ello quisimos DISCERNIR
- La última jornada, el viernes 16, nos preguntamos “¿Hacia dónde vamos?” para poder OPTAR
Contamos con el aporte de tres personas que nos ayudaron a sentir, escuchar y ver:
- Gina Graham nos ayudó para lidiar con el stress
- Ricardo Cuenca nos ofreció una mirada actualizada del estado de la educación en América Latina
- Luis Fernando Klein profundizó en la importancia del Pacto Educativo Global que propone el Papa y cómo puede ayudarnos para transformar nuestras propuestas educativas.
A lo largo del Encuentro, apelamos a una variedad de recursos: elaborar colaborativamente un mural, en torno a la palabra “cuidemos”; elaborar el trazo del río de nuestra vida y de nuestra vocación; trabajos personales para ver y para otear el horizonte; pequeños grupos (cada día diferentes) para escuchar y discernir de manera comunitaria; oraciones en diversos ámbitos y momentos, para conectarnos con nuestra fuente de sentido, Jesús el hijo de María; encuestas personales de necesidades y prioridades; hojas de ruta completas para afrontar el mañana.
Un Encuentro que fue hecho entre todos, porque estuvimos convencidos que cada uno tiene un don que aportar a los demás y que juntos tenemos un tesoro en nuestras manos. Donde no hubo nada cerrado, sino que siempre estuvimos abiertos a sugerir y aportar. Donde se logró un clima de confianza que nos permitió compartir con libertad y tejer comunidad.
Nuestra infinita gratitud a nuestras hermanas y hermanos peruanos, quienes nos hicieron sentir a todos en casa, con un trato familiar y cariñoso, detalles de acogida y atención que solo merecen elogio y reconocimiento. Ha sido un bello momento para nuestra Red y queremos compartir su espíritu y algo de lo vivido con todos ustedes.
Gustavo Magdalena
Secretario Ejecutivo
CLAMARED