05 de Octubre, 2022
Constituida el 25 de marzo de 1995, es una organización civil sin fines de lucro que tiene como objetivo aumentar, apoyar y ejecutar proyectos y actividades en la naturaleza participativa y comunitaria, actividades socio-educativas y culturales, así como el desarrollo la capacidad de los residentes de los barrios populares para la acción colectiva para mejorar las condiciones de vida.Todo comenzó en 1981, un grupo de jóvenes católicos reunieron a los niños que vivían en las afueras del Monasterio de la Inmaculada Concepción, Ferradura Mirim. En ese momento, el lugar era el límite de la ciudad con el campo y dominó las pequeñas parcelas y edificios sencillos, en una zona pobre y necesitada. Los hijos de los residentes recibieron asistencia y apoyo educativo y religioso semanalmente. La situación cambió radicalmente cuando empezó a surgir el embrión de lo que luego sería la "Favela Ferradura Mirim", formado por las familias de las zonas rurales y los barrios más pobres, que ya no podía soportar el costo del alquiler. Desde 1993, la ocupación crece en ritmo y el alcance de 80 chozas. Cada año, casi duplica el número de chozas y las familias.
En 1995 se crea la "A.C.C. - Asociación Comunitaria Caná", destinado a proporcionar apoyo legal y económico a las actividades sociales del grupo. El trabajo en conjunto a través de reuniones y encuentros con las familias de los niños participantes para elevar las necesidades más urgentes, como la legalización del suelo, la mejora de chozas (que eran en su mayoría de la lona y plástico), la ausencia total de agua y energía, el desempleo, la falta de la escuela y la guardería, y graves problemas de salud debido a la mala nutrición.
Con la participación y el apoyo de A.C.C. fue posible la instalación de agua, electricidad, alcantarillado y parte del alumbrado público. Así como la integración de los niños y adolescentes en las escuelas cercanas. Además, se permitieron numerosas campañas e intervenciones de la Secretaría Municipal de Salud.
La Asociación vela por atender y cumplir los derechos de los niños y adolescentes, y sus familias, con el Estatuto de los Niños y Adolescentes, minimizando la necesidad de la región y que proporciona un entorno educativo, pedagógico y religioso favorable a su desarrollo biofísico y social. Hoy en día el Proyecto Caná tiene la capacidad para atender a 170 niños y adolescentes, 50 jóvenes de 15 a 18 años y 300 niños y adolescentes los sábados. Los servicios son ofrecidos en un horario inverso al escolar o para las personas jóvenes que estudian en la noche, ya que el principal criterio para la participación en las actividades es la asistencia y el rendimiento académico.